El Ministerio de Obras Públicas desembolsará más de $1.000 millones para llevar a cabo esa obra hidráulica, trascendental para Garín. El anuncio lo realizó el intendente, tras firmar el convenio. Los trabajos en el Bedoya quedaron en un 40% de ejecución a fines del año pasado.
El intendente Ariel Sujarchuk anunció esta semana la firma de un convenio con la Secretaría de Infraestructura y Política Hídrica del Ministerio de Obras Públicas de la Nación para concretar un proyecto históricamente prometido pero siempre inconcluso: el saneamiento integral de la cuenca del Arroyo Bedoya.
A través de sus redes sociales Sujarchuk anunció la reanudación del proyecto, y en este sentido expresó: “Este convenio es una gran noticia, porque corona años de trabajo del Municipio en el tema y representa una respuesta concreta a una demanda histórica de los vecinos y vecinas de Garín”. La iniciativa tiene dos objetivos; reforzar el sistema hidráulico de la localidad y mitigar los problemas de inundaciones en los alrededores del arroyo.
El jefe comunal también señaló que la obra implicará una inversión que supera los $1000 millones. Además, desde el Municipio indicaron que “a partir de la firma de este convenio, ya está en condiciones de entrar en licitación durante el primer trimestre de 2022”.
Hasta el año pasado el ministerio que comanda Gabriel Katopodis estuvo trabajando en la readecuación hidráulica del arroyo Bedoya, una obra que debió iniciarse en 2015 pero tardó en comenzar y avanzó mucho menos de la provisto. A tal punto que a fines del año pasado estaba en un 40% de ejecución. El costo total estimado del proyecto era de 99 millones de pesos.
Las malas condiciones del arroyo Bedoya, además, son parte de las razones esgrimidas sobre la paralización de las obras en el Hospital del Bicentenario, que se encuentra en un predio donde los anegamientos son bastante frecuentes. De concretarse este anuncio, quizás también sea un paso más hacia la posible finalización de ese sanatorio, que se anunció en 2008 y todavía sigue siendo una promesa pendiente.