El Gobierno bonaerense decretó el estado de emergencia y/o desastre agropecuario en las localidades de Chascomús y General Paz, oportunamente solicitado por ambos municipios.
La “situación fue evaluada por la Comisión Local de Emergencia y por el área técnica específica del Ministerio de Desarrollo Agrario mediante el análisis de información edáfica, meteorológica y satelital”.
En los fundamentos se aclara que “el fenómeno climático, por sus características y magnitud, afecta a las productoras y productores que desarrollan como actividad principal la explotación agropecuaria”.
Las resoluciones aclaran que “se promoverá el beneficio en favor de los sujetos detallados respecto del Impuesto Inmobiliario Rural correspondiente al inmueble destinado al desarrollo de la actividad principal”.
Por otro lado, las normativas dan intervención a ARBA para “la efectivización de los beneficios tributarios” contemplados en la emergencia agropecuaria y al Banco de la Provincia de Buenos Aires para que adopte las medidas necesarias para “la efectivización de los beneficios crediticios previstos en la Ley N° 10.390”.
Los productores agropecuarios explicaron que la medida les otorga “exenciones al Impuesto Inmobiliario e Ingresos Brutos y también está acompañada de beneficios a través del Banco Provincia, con la prórroga en el pago de cuotas y toma de nuevos créditos”, entre otras.
“Es un alivio pero no una solución porque el impacto de la sequía es muy fuerte, con consecuencias a futuro, porque se resiente el sistema productivo y se pierde el capital de trabajo”, consideraron.