El presidente Alberto Fernández realizó hoy un viaje histórico a la Base Marambio de la Antártida, a la que consideró “un enclave vital de la soberanía territorial y política” de la Argentina y reafirmó el compromiso de su Gobierno en la “conservación del ecosistema antártico” y en la defensa de los recursos estratégicos de ese continente. Se convirtió así en el cuarto jefe de Estado en pisar ese suelo austral nacional.
“El crecimiento de nuestra Argentina tiene proyección hacia el Sur y visión bicontinental y parte del desarrollo nacional depende de la defensa de sus componentes estratégicos”, aseguró el mandatario desde la base científica permanente Marambio, que fue difundido por cadena nacional.
El continente antártico, a partir del Tratado Antártico de 1959, fue resguardado para la cooperación internacional con fines científicos, de uso exclusivamente pacífico.
En su discurso, el Presidente hizo eje en los legítimos derechos sobre las islas Malvinas, Sándwich y Georgias del Sur, al sostener que son “una causa actual” y que van más allá de “la memoria de la guerra” en el Atlántico Sur, de 1982, en la que Argentina enfrentó al Reino Unido.
En Marambio, principal puerta de entrada de la logística argentina a la Antártida, el jefe de Estado estuvo acompañado por el canciller Santiago Cafiero y los ministros Jorge Taiana (Defensa), Gabriel Katopodis (Obras Públicas), Victoria Tolosa Paz (Desarrollo Social), Daniel Filmus (Ciencia, Tecnología e Innovación), Carla Vizzotti (Salud), Juan Cabandié (Ambiente) y Jaime Perczyk (Educación).
También fueron de la partida la secretaria Legal y Técnica, Vilma Ibarra; el secretario general de la Presidencia, Julio Vitobello; el secretario de Malvinas, Antártida y Atlántico Sur, Guillermo Carmona; el vicejefe de Gabinete Juan Manuel Olmos, y la portavoz de la Presidencia, Gabriela Cerruti.
Fernández subrayó que Perón “sabía que la ciencia es soberanía” y aseguró: “No hay desarrollo posible sin producción científico-tecnológica” y, por eso, “la Antártida es un centro de investigación científica de gran importancia para la humanidad y para nuestro país”.
“Es hora de volver a poner la vista en el sur; Malvinas es una causa actual y es más que la memoria de la guerra: es una causa nacional porque el Atlántico Sur y, sin dudas, nuestro territorio antártico son un enclave vital de nuestra soberanía territorial y política”, concluyó.
El Presidente, asimismo, insistió en que “en un momento en que el mundo es pura incertidumbre, la Antártida es zona de paz y una imagen del futuro”.
“Esta tierra, antes mítica, hoy está al alcance de nuestra ciencia y tecnología, de nuestra planificación estratégica y de nuestra capacidad de proyectar. Las tareas que se llevan a cabo hoy en la Antártida son vitales para la humanidad”, consideró.