Tras el apagón que afectó a gran parte del área metropolitana de Buenos Aires (AMBA) y varias provincias del país, la central nuclear Atucha I volvió a funcionar.
Todo comenzó a raíz de un incendio en la línea de 500 MW que une la ciudad bonaerense de General Rodríguez con Campana. El siniestro, a su vez, sacó de servicio a la central nuclear Atucha I, que descompensó el sistema argentino de interconexión (SADI).
Apenas ocurrido el incidente, la página de Cammesa, la compañía que administra el mercado eléctrico nacional, mostraba una abrupta caída de la oferta de energía a las 16 horas, cuando la temperatura alcanzaba los 35°C. En ese momento, la demanda eléctrica del sistema equivalía a 26.570 MW.
En menos de media hora, se cayeron 10.000 MW de potencia, de 26.508 MW a 15.025 MW, algo que no ocurría desde el apagón masivo del Día del Padre de 2019.
Alrededor del 40% de la demanda eléctrica total del país quedó sin luz, lo que equivale a más de 6 millones de hogares o a 20 millones de personas. Cerca de las 19:30 horas la Central nuclear había vuelto a funcionar y la energía retornaba paulatinamente al país, aunque el sistema seguía inestable. Al mismo tiempo, el ministro de Economía, Sergio Massa, presentó una denuncia penal para que se estudie el origen del fuego, al que consideró intencional.