Jorge Ignacio García Cuerva fue nombrado por el papa Francisco como nuevo arzobispo de Buenos Aires. El monseñor tiene 55 años y se desempeñaba como obispo en Río Gallegos.
Considerado como parte de los “curas villeros”, su trabajo religioso estuvo vinculado durante más de 35 años a la zona norte del conurbano bonaerense, en barrios populares como La Cava, en San Isidro, o la parroquia Santa Clara de Asís, en Tigre. También fue presidente de Cáritas en la diócesis de San Isidro.
La designación de García Cuerva fue oficializada en forma simultánea en Roma y en Buenos Aires. En Argentina lo hizo el nuncio apostólico, monseñor Miroslaw Adamczyk, a través de la Agencia Informativa Católica Argentina (AICA). En esta oficialización, también incluyó la aceptación de la renuncia presentada por el cardenal Mario Poli, que cumplió 75 años el 29 de noviembre del año pasado y este jueves 25 de mayo encabezó su último Tedeum.
El monseñor García Cuerva nació en Río Gallegos, Santa Cruz, el 12 de abril de 1968. En 1986, ya habiéndose trasladado a Buenos Aires, inició su carrera de Derecho en la Universidad de Buenos Aires (UBA), pero dejó la carrera y comenzó sus estudios de Filosofía y Teología en el seminario de la diócesis de San Isidro. Fue ordenado sacerdote el 24 de octubre de 1997, a los 29 años, en la catedral de San Isidro, por el obispo Jorge Casaretto.
El 3 de marzo de 2018 fue nombrado por el Papa Francisco como obispo de la Diócesis de Lomas de Zamora. Casi un año más tarde, el 3 de enero de 2019 fue designado obispo de Río Gallegos por el Sumo Pontífica. Inició su ministerio pastoral allí el 23 de marzo de 2019 hasta la actualidad.
Además, García Cuerva es licenciado en Teología con especialización en Historia de la Iglesia por la Universidad Católica Argentina y licenciado en Derecho Canónico por la misma universidad. También es abogado recibido en la Universidad Católica de Salta.