
El vocero presidencial, Manuel Adorni, anunció que el gobierno nacional desregulará el servicio de correos, con el argumento de lograr “más competencia, mayor digitalización y mejor seguridad en materia postal”.
Correo Argentino formó parte de la primera lista de empresas que la gestión Milei buscaba privatizar con la Ley Bases. Sin embargo, fue excluida de la norma sancionada, junto con Aerolíneas Argentinas y Radio y Televisión Argentina.
La compañía cuenta con el Estado Nacional como único accionista y se compone de una red de 1400 sucursales y postales. Una de las dudas que genera la desregulación es qué pasará en las próximas elecciones.
Durante el proceso de sufragio, el Correo lleva 110.000 urnas -además de boletas, planillas y material necesario- a 17.000 locales de votación, algunos ubicados en lugares remotos del interior del país.
Correo Argentino también organiza los telegramas en los que se vuelcan los resultados y el operativo de retirar las urnas y llevarlas donde se realiza el escrutinio definitivo.