Escuchá el artículo:Varios intendentes del FdT de los principales distritos del conurbano bonaerense están que trinan por la falta de representatividad que tienen en la línea ejecutiva del gobierno de la provincia, algo que suponían resuelto luego de las PASO cuando ingresó Martín Insaurralde como Jefe de Gabinete y que no sucedió
“Ha pasado un año y no ha cambiado nada”, dicen, palabra más, palabra menos, voceros de varios jefes comunales bonaerenses del peronismo en referencia a la situación previa a la derrota en las PASO a manos de Juntos por el Cambio, lo que motivó modificaciones en el gobierno nacional y también en el de la provincia.
La designación del lomense Martín Insaurralde se leyó como el desembarco de los intendentes en el corazón del gabinete que preside Axel Kicillof, un modo de tener una presencia en común para problemas también en común.
“No fue así. Todo sigue como era hace un año: cada intendente recorre el espinel por las suyas. De ese modo los problemas conjuntos son planteados de a uno, como situaciones distintas”, afirma un jefe comunal.
Cerca de la gobernación confirman que “los intendentes gestionan individualmente lo que precisan. Ellos sostienen que nadie los representa en la gestión del día a día, que no hay una exposición de la visión amplia de la problemática y que eso agranda las dificultades”, dicen las fuentes.
En los últimos días ese malestar latente en cada reunión de los intendentes subió unos grados y se extendió a La Plata.
“Ahora resulta que se dedican a inventar que Axel va a ser candidato a presidente para generar la vacante de candidato a gobernador y tratar de ocuparla. Axel afirma continuamente que quiere repetir como gobernador”, explican funcionarios provinciales en relación con la reacción del peronismo bonaerense en general por algunas notas periodísticas que hicieron referencia a un supuesto posicionamiento de Insaurralde para el 2023 como candidato al sillón de Dardo Rocha.
“Hay que dejarse de inventar candidaturas y dedicarse a la gestión”, coinciden varios jefes comunales en alusión a lo que en el propio gobierno denominan “operaciones mediáticas personales en medio de las dificultades que pasa la gente”.
Y sobre eso, uno de los intendentes añade: “Axel fue candidato a gobernador por Cristina, así que hay que ayudarlo en lugar de andar criticándolo todo el tiempo”.
A partir de expresiones de la vicepresidente Cristina Fernández de Kirchner en relación con que ya ha sido dos veces presidenta de la Nación, y de una frase de Sergio Massa en Diputados sobre que siente que estaría dando sus últimos pasos en la política, (dos declaraciones que para cualquiera que mira la política con madurez en realidad no significan más que eso, declaraciones), pareció desatarse cerca de Insaurralde “como una fiebre de subir a Axel para generar el espacio para él”, de acuerdo con la lectura que hacen cerca del gobernador.
El enojo crece y probablemente sea también el centro de lo que se converse a puertas cerradas en la próxima reunión de jefes comunales y funcionarios provinciales.
“Si vamos a imitar el espantoso ejemplo de la oposición en la provincia olvidándonos de la gente, dividiéndonos y empujando proyectos individuales, la que lo va a pagar es la gente”, resumen los voceros. “Hay que rosquear menos y trabajar más”, exhortan.