Escuchá el artículo:En la residencia del gobernador Kicillof hubo fuertes gestos de unidad; el encuentro de Máximo, Wado y Larroque con Fernando Espinoza desarmó especulaciones y blinda a La Matanza, bastión clave de la provincia
En el encuentro de anoche en la residencia del gobernador Axel Kicillof, tras el multitudinario acto de Cristina Fernández de Kirchner en La Plata, hubo un pedido de la expresidenta en tono imperativo dirigido a los intendentes que eran parte de la reunión: “salgan a explicar, a darle datos de lo que se hizo bien a la gente, que está intoxicada con mentiras y odio y pasando muchas dificultades, que aprovechan los que rompieron todo para tratar de volver a romper más rápido. Que recuerden que de todos los infiernos los sacó el peronismo y que esta vez hay que trabajar todos juntos, porque los tiempos que vienen son muy complicados”.
Cristina considera fundamental que esa primera línea que son los intendentes esté en contacto permanente con los vecinos y que es imprescindible razonar con la gente, repasar la realidad de todo lo que se hizo mientras la oposición sólo destruía el ánimo y la confianza y, fundamentalmente, que hagan el ejercicio de recordar a todos cómo las políticas implementadas en los gobiernos de Néstor y de ella dieron soluciones en momentos cruciales.
La expresidenta reiteró conceptos para que se fijen: “En especial recordar que fue posible vivir mejor. Cuando decimos las cosas, no es por terquedad, no es por capricho. Es simplemente ayudar a que las cosas se hagan mejor, que de eso se trata. Y se pueden, se pueden hacer mejor. Y también de explicarle a nuestro pueblo, a la sociedad, que muchas veces se han tenido que tomar decisiones por el condicionamiento brutal con el que se recibió un gobierno después del retorno del Fondo Monetario a la República Argentina. Pero hay que explicar. No podemos decirle: está todo fantástico, está todo bien”. Y reiteró el pedido de unidad.
El clima en la reunión, fraterno desde el comienzo, fue haciéndose más “compañero”, como dijo uno de los intendentes.
Enseguida comenzaron las charlas y los acuerdos para empezar con la tarea y organizar por temas y territorios la acción.
Entre los presentes, Fernando Espinoza, llegado horas antes desde una misión en Barcelona de innovación y tecnología, dialogó en extenso con Máximo Kirchner y Wado De Pedro. Se había abrazado efusivamente con ambos en el acto y en esa reunión más privada se acentuó la cordialidad.
El trato afectuoso entre el matancero y ambos referentes de La Cámpora, como con el Cuervo Larroque y otros integrantes de la agrupación, mostraba una fortaleza que el peronismo exhibe en torno a un bastión clave para las aspiraciones de hacer posible el proyecto colectivo de Cristina.
Todo gesto es interpretado en el peronismo. En las horas previas al acto había trascendido que tal vez Espinoza no llegara a tiempo por el viaje. Esas mismas especulaciones habían disparado otras. Todas murieron cuando el intendente de La Matanza llegó y quedó evidenciado el buen clima que hay con él en medio de intentos de instalación en la interna.
La Matanza, de acuerdo con lo demostrado, no muestra fisuras. La relación que se vio en el encuentro de anoche entre Espinoza y Cristina, como con Máximo, Wado, Larroque, Mayra, Ferraresi, Katopodis e insaurralde muestra una vez más que en el peronismo la experiencia, el trabajo y la lealtad son un escudo infalible contra las filtraciones que quieren romper el dique de contención contra el avance de las políticas salvajes sobre la gente.