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Los festejos de Navidad y Año Nuevo suelen estar acompañados de pirotecnia, una tradición que puede convertirse en una verdadera pesadilla para nuestras mascotas.
Tanto los perros como los gatos tienen una capacidad auditiva muy superior a la de los humanos, lo que los hace especialmente sensibles a los estruendos. Estos ruidos pueden generarles estrés, miedo y hasta problemas de salud.
Para protegerlos, especialistas recomiendan una serie de medidas que disminuyen su sufrimiento:
- Tratar de que los animales hagan ejercicio durante el día para que a la noche puedan dormir mejor. Un perro cansado tendrá más probabilidades de relajarse y descansar, incluso con ruido de fondo. Los expertos desaconsejan el uso de sedantes, ya que no eliminan el sufrimiento emocional y pueden tener efectos adversos.
- Es importante mantener a las mascotas dentro de la casa, preferentemente en una habitación cerrada con suficiente espacio. Esto no solo las protege del ruido exterior, sino también de la posibilidad de escapar en un momento de pánico
- Ante la posibilidad de que escape, es imprescindible que el animal esté identificado con una chapita con nombre y un teléfono.
- Nunca dejarlos atados con cadenas o correas que pudieran ahorcarlos. Una buena idea es poner música en la habitación para evitar el contraste del silencio con las explosiones.
- Durante los ruidos, evita sobrecargar al perro o gato con abrazos y caricias. Es mejor darles espacio, dejar que busquen el lugar donde se encuentren más cómodo y “protegido”, y observar sus señales.
- Dejarles alimento y agua fresca. Si no quieren comer, no obligarlos.
- Evitar forzar a la mascota a interactuar con los invitados. Dejarla elegir dónde quiere estar, incluso si eso implica aislarse.