
El gobernador bonaerense Axel Kicillof cargó contra la jueza estadounidense Loretta Preska por el fallo contra el Estado argentino que ordena entregar el 51% de las acciones de YPF.
El mandatario defendió la reestatización de la empresa en 2012 y sugirió que el presidente Javier Milei “tiene vínculos” con el fondo Burford, a los que dijo que investigará “en detalle”.
“El objetivo era volver a poner a YPF en función de los intereses nacionales”. Además, ponderó el papel de la petrolera con mayoría accionaria estatal en el desarrollo del yacimiento de Vaca Muerta.
“Recuperar YPF fue una decisión basada en el interés público y en la Constitución Nacional. Repsol había convertido a la principal petrolera del país en una empresa que producía la mitad que antes, con reservas reducidas en un 50% y sin invertir un solo dólar en Vaca Muerta”, afirmó el gobernador.
Y agregó: “El fallo que obtuvo el fondo buitre en Nueva York está totalmente por fuera de la competencia y las atribuciones de la jueza”.
Según Kicillof, la gestión privada de Repsol fue “una catástrofe energética y macroeconómica”. Argentina pasó de un superávit comercial energético de US$6.000 millones en 2007 a un déficit de US$3.000 millones en 2011, lo que obligó a importar energía a precios internacionales. “Nos dejaron sin autoabastecimiento y sin dólares”, sentenció.
Por otro lado, Kicillof destacó los logros posteriores a la expropiación: la producción de petróleo creció un 78% y la de gas un 18%, se puso en marcha el desarrollo de Vaca Muerta y en 2024 el país recuperó un superávit energético de US$5.696 millones.
Por último, el gobernador cruzó al presidente Javier Milei.
“Lo grave de lo que está ocurriendo es que hoy gobierna la Argentina y que está a favor de privatizar todo. Él dice que se va a apelar, es decir que la Argentina está en contra, y sostiene que la culpa la tengo yo y quienes participamos de la decisión de la expropiación. Milei se contradice y le da la razón a los demandantes, lo que hace que empiece a estar en riesgo YPF”, advirtió.