El nuevo Monitor del Clima Social del CEM muestra que gran parte de la población del AMBA continúa con fuertes inseguridades económicas y alimentarias.
“Lo más preocupante es el crecimiento de quienes dicen pasar hambre: 34% contra el 30% de 2021. Este aumento producido por la inflación local de alimentos y la importada por la guerra se hace más preocupante porque se da sobre una base muy alta dejada por el gobierno anterior y la pandemia”, señaló el Director del CEM, Matías Barroetaveña.
“En esta medición también observamos que estas inseguridades sociales son mayores en el conurbano bonaerense, entre las mujeres, entre los jóvenes de 23 a 29 años y en la clase baja. Especialmente en términos de ingresos y alimentarios”, agregó.
Según el informe, el 40% de los entrevistados creen que su situación económica es peor con respecto al año pasado, baja dos puntos en comparación con mayo de 2021 (42%). Por su parte, un 65% cree que la situación económica del país es mala.
Durante mayo de 2022 algunos de los valores se mantienen cercanos a la última medición de 2021. “Vemos una fuerte disminución dentro de las inseguridades laborales en la posibilidad de perder el trabajo.”
En este sentido, detalló que en junio de 2021 el 50% de los entrevistados creía probable perder su trabajo, mientras que en esta nueva medición de mayo de 2022 bajó al 38%, dato seguramente asociado a la baja de la desocupación, concluyó Barroetaveña.