Paco Senno. De decepciones y convicciones: hacia la Nación Humana Universal - DataPBA

PACO SENNO
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Frecuentemente, se habla del “sentido común” desde una óptica politiquera que pretende “captarlo” a fin de ir a la búsqueda y consecución de votos, como si se tratara de un negocio electoral (que sospechamos, sólo se trata de eso …).

Asimismo, se menciona también cómo los medios o ciertos influencers, construyen ese sentido común, como si la gente fuera una esponja pasiva, que sólo absorbe líquido sin importar la diversidad del elemento.

La búsqueda de esos votos y/o el crecimiento de estos negocios electorales, tiene hoy como vector principal empatizar con ese sentido común; es así que los discursos y los modos -vestimentas, posturas, terminología, tonos, etc- se construyen para captar simpatías puntuales del momento, en un pragmatismo disfrazado de preocupación con el tema del momento.

Se habla últimamente de que hay un corrimiento hacia la derecha, sobre todo a partir de la última década y, particularmente, a través y a posterior de la pandemia, donde grupos de irracionalistas retrógrados crecieron y, en muchos casos, se alzaron con el poder. Pero curiosamente nunca se habla de las debilidades o complicidades de los supuestos progresismos que no lograron colmar las expectativas y, sobre todo, las necesidades de las grandes mayorías, (sólo por citar un ítem, la concentración del capital mundial cada vez mayor y en menos manos, ha sido una constante, y estos falsos progresismos no han hecho más que colaborar en esa dirección).

Ahora bien, es entendible que estos negocios electoralistas se suban a ese carro, ello no debería sorprendernos. Lo curioso es cómo los ideólogos y referentes de ciertos sectores que, estarían a favor de las grandes mayorías, no colaboran con el debate desnudando la inacción de sus referentes.

Creo que un gran aporte que podríamos hacer quienes advertimos lo anterior y aspiramos a otra dirección, es poner nuestras mejores energías en denunciar y señalar estas acciones, como ser las últimas decisiones del gobierno nacional del Frente de Todos, no sólo de recortar un gran número de planes sociales, sino de pavonearse con los mejores modos de la ultraderecha, acusando a movimientos sociales, siendo que estos fueron el pilar de que la situación social no explote estos años.

Estos movimientos, realizan una tarea hoy imprescindible, no sólo dando de comer a muchas familias, sino estando y escuchando a los más necesitados en muchas temáticas.

Conozco y sé de primera mano, cómo estos voluntariados llegaron donde el Estado estaba -y está-, ausente, ya sea en la educación, en la salud, en la contención de consumos problemáticos y tanto más.

Esto no significa negar que muchas asignaciones sean falsas o peor, truchas, y en ese sentido, no está mal que se haga cierto control a fin de asignar mejor los recursos, pero da asquito ver cómo, este gobierno es fuerte con los débiles y débil con los fuertes.

¿Por que no realizan los mismos controles a los grandes grupos? ¿Por que subsidian con dólar barato a los sojeros mientras al comerciante lo asfixian de todos lados, o se perdonan deudas a las eléctricas que no invierten, mientras reprimen a gente que su única forma de subsistencia es tirar una manta en una vereda?

¿Por qué hablan de ministerios de los piqueteros extorsionadores y no de los ministerios genuflexos con lo peor de nuestro país?
“Nosotros también somos de derecha”, parece querer transmitir este gobierno.

Milei ya ganó. El gran aporte de ese personaje nefasto fue correr a todos (o casi todos) a la derecha. Ser de centro o, peor aún, ser de izquierdas, no puntúa en los focus groups y a esto atienden.

Este gobierno corre de atrás a Milei y a Bulrrich. Pelean por esos votos, en una carrera por mostrarse cada vez “más duros”.

Creo, sinceramente, que no hubo un crecimiento de la derecha, sino del descontento social. Esta “democracia formal”, con la Justicia como instrumento fundamental para su sostenimiento, seguirá con esta espiral de violencia que no sabemos dónde y cómo se detendrá.

Según UNICEF, 2 de cada 3 pibes de nuestro país son pobres. La imposibilidad de nuestros jóvenes de proyectarse, no sólo en lo económico, sino sobre todo, en lo existencial; el crecimiento del sin sentido ahogado por satisfacer las necesidades mínimas, las dificultades cotidianas de las familias para sortear un sinnúmero de problemas para llegar a fin de mes, la recreación cada vez más estupidizante en una cultura violenta y materialista… Todo esto y mucho más es EL gran problema, donde lo económico solapa el debate que REALMENTE deberíamos dar.

Tal vez, el tema no debería ser decepcionarse por cómo “les referentes” toman decisiones girando a la derecha sin poner el guiño, sino dejar de seguirles, para la construcción de una nueva mayoría, donde la preocupación central sea el ser humano y la satisfacción de sus necesidades, tanto materiales como existenciales.

Un nuevo movimiento social que presione a quienes deciden a tomar otro rumbo o renunciar.

Un movimiento social, diverso e inconmovible en sus convicciones, donde la estructura sean las personas que deciden y actúan de acuerdo entre todxs, sin chantajes externos e internos.

Un movimiento social que – al decir de Silo en sus “Cartas a mis Amigos”-, crezca desde la base real y concreta, focalizando en los conflictos particulares sin perder de vista el Sistema mayor, al que, definitivamente, debemos dejar atrás para el logro de una Nación Humana Universal.

Francisco “Paco” Senno
Humanista
Mar del Plata


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