El gobierno nacional realizó un fuerte ajuste en el Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales (INCAA), que incluye la suspensión de programas de apoyo a proyectos cinematográficos, eventos y distritos de todo el país, así como la no renovación de diversos contratos de trabajo y la quita de horas extra para todo el personal del ente.
La resolución lleva la firma del presidente del organismo Carlos Luis Pirovano y, entre otras cosas, hace peligrar el Festival Internacional de Cine de Mar del Plata.
La semana pasada, Pirovano informó que no se reincorporaría a unos 100 empleados despedidos, que se iba a cerrar la plataforma digital y audiovisual Cine.ar, clausurar y poner en venta el cine Gaumont y desfinanciar festivales, como el de Mar del Plata, el más importante de Latinoamérica y el único de la región con categoría A, distinción que tiene Cannes, por ejemplo.
El INCAA autofinancia sus actividades a través del Fondo de Fomento Cinematográfico, que surge del cobro del 10% sobre el precio de las entradas de cine y el 10% sobre “el precio de venta o locación de videogramas grabados”. También recibe un porcentaje de la facturación bruta por publicidad en los servicios de comunicación audiovisual.